lunes, 5 de febrero de 2007

LA SELECCIÓN

Desde su origen se apostó por una raza pura, seleccionada entre los más adecuados canarios del país y de los mejores silvestres, de hecho si no se acepta el factor rojo es por mantener esa pureza en la sangre eso comportó incluso que se cambiará de las antiguas planillas la palabra color por la de plumaje de las actuales.
A pesar de esto y de la legalidad de la gran mayoría de criadores en la selección genética para obtener la mejora de la raza, esta siempre ha sido motivo de debate desde su origen a la actualidad, el temor por la impureza de la sangre, en una parte de los ejemplares, el miedo a la descendencia de una o otra la hibridación es permanente y esta siempre presente entre algunos criadores y jueces.
Es importante recordar que desde los inicios existieron criadores que trabajaron por selección del canario del país con el canario silvestre y también hubo quién vio en el verdecillo primo hermano del canario un aliado de menor talla y mayor comodidad para obtener ejemplares en gran parte de la península, cosa que no pasa con el protegido, aislado y lejano serinus canaria, la menor talla y la facilidad del verdecillo lo convirtió en un buen aliado en la clandestinidad del aviario. Las facilidades que da el verdecillo para la hibridación son enormes, su rápida aclimatación a la jaula mayor incluso que la del canario silvestre, la certeza de poder criar con los machos el primer año y la práctica seguridad de la fertilidad de los F1 (machos) hizo inevitable las hibridaciones con este serinus, sobre todo en los razas de la variedad verde.
Así pues se originaron varis vías de selección, y muchas no eran las correctas era común en los orígenes seleccionar ejemplares raquíticos, mal alimentados y siempre intensos con lo cual se seleccionaban ejemplares poco sanos y acumuladores del factor letal que conllevan los intensos, esto origino un lento desarrollo de la raza por ser pájaros aparentemente enfermizos y malos reproductores.
La definitiva y correcta selección de la raza, no hay que olvidar que en los años 60 y 70 fueron muy pocos los aficionados que criaban el canario de Raza Española con cierta abundancia, de hecho alguno de esos criadores ha comentado el temor a que la raza desapareciera, en aquellos años quedaron pocos aficionados, eran rarezas igual que sus canarios, y se dedicaron a criar nuevas variedades de color o postura, muy pocos fueron los criadores catalanes o españoles fieles al canario miniatura. Por este motivo la mayoría de canarios reproductores de todos los criadores han salido de muy pocos aviarios y esto al principio provocó un grave problema de consanguinidad.
Hasta entrados los 80 no hay una gran pureza de sangre en las líneas, ni son todo lo homogéneas que cabe esperar de una raza bien consolidada, son ejemplares muy diversos en talla, forma, posición y plumaje, es en estos años que una nueva hornada de criadores realizan una gran selección de ejemplares sanos, fuertes y una cantidad suficiente de líneas como para no temer por una consanguinidad degenerativa.
No obstante esa pureza y homogenización se basa en dos ramas o líneas muy definidas, y de colores distintos la línea amarilla y la línea verde, eran dos líneas de selección totalmente distintas y era muy difícil verlas cruzadas o observar otro color distinto, solían ser rarezas normalmente de baja calidad, por provenir de cruces con canarios de color, la obtención de nuevos colores solía ir ligada a un aumento de la talla.
Mientras los criadores de razas amarillas y verdes se enzarzaban en una disputa para mejorar sus líneas normalmente definidas solo por el color, fueron mejorando muchísimo la raza.
En aquellos años observamos que normalmente el verde era y posiblemente es, un canario más corto, de cuerpo, cola y patas, pero con el pecho más ancho y el cuello más corto, en cambio los amarillos son el contrario el cuerpo más fino, el cuello más definido, pero con patas y colas demasiado largas y una posición más vertical.
Son signos evidentes de que una línea se hizo con canarios silvestres y verdecillos y en la otra intervino el hoso japonés.
Yo soy de los que piensa que a estos ejemplares los cruces con silvestres y verdecillos, por un lado y con el hoso japonés posteriormente por otro lado, lograron reforzar la sangre, aumentar la reproducción de las parejas y así obtener unas líneas correctas de trabajo, los criadores puristas de cada una de las líneas eran los encargados de resaltar los defectos de la otra línea en las exposiciones y así la mejora fue notable y constante. Entre los nuevos criadores, hubo quien, como yo no quiso decantarse por ninguna de las dos líneas y después de tener en el aviario las dos líneas separadas sucedió lo inevitable e inexplicable por la tardaza con que llegó, que las dos líneas se cruzaron así como sus características también, esto supuso una importante renovación de sangre, y una homogenización de las características, que con los años la han mejorado mucho.
Sin lugar a dudas también ayudo a esta variedad de postura, romper la creencia de que para que fueran pequeños tenían que pasar hambre, comer solo alpiste, con la deficiencia de nutrientes que esto supone para el correcto desarrollo de cualquier pájaro cruzar intenso con intenso o “semi intenso” año tras año, estas eran formas comunes de selección en esos primeros años pero que por suerte se fueron dejando de lado en los ochenta. Así con la sangre renovada, unos apareamientos correctos, una alimentación adecuada y seleccionando escrupulosamente se consiguió romper otro mito, el de que era una raza poca reproductora.
Una pareja sana y bien alimentada debe de criar por norma general de 8 a 12 pichones por temporada. Ha sido la variedad de colores y la consolidación como buena reproductora que la extendido por Europa, muchos criadores primero la utilizaban como nodrizas de otras razas, cardenalitos, giboso italiano, entre otras razas luego se enamoraron de ella como raza propia para su cría, hoy en día es una de las razas más populares en el continente. Hay países con clubes de Raza Española, que organizan concursos monográficos con más de 400 ejemplares.
Otro factor determinante que también ha ayudado al raza a extenderse por Europa ha sido que se ha criado como auténtico canario de color, el hecho de poder concursar separados los canarios lipocromos, de los melánicos, de los de fondo blanco los píos y separar intensos y nevados ha hecho que se vea más colores y cantidad de ejemplares en los concursos europeos que en muchos de los españoles, pero este es un problema que tienen algunos países con la postura en general.
Actualmente se observan en los concursos ejemplares ágatas, brunos, grises, blancos de gran calidad, y existen muy buenos ejemplares en otros colores más nuevos como opales, pasteles y satines, aunque muchos jueces son reacios a darles los puntos que merecen, es simplemente cuestión de tiempo el que se impongan con total normalidad, todos los colores y podamos hablar del canario miniatura de color, el sueño de los primeros criadores de Barcelona.
Cuando leo en libros como “Les Canaris de Posture” de la Asociación Ornitológica Belga artículos como el del señor M. Dawans donde nos habla de cómo se recupera una raza perdida como fue el Bossu Belga a principios de S.XX la cantidad de información y artículos de que habla, o los esquemas con las estadísticas de cruces con otras razas como el Yorkshire, el Rizado del Sur o el Malinois, para recuperar el perdido Bossu, me doy cuenta de la poca metodología que usamos los españoles, como dice un buen amigo mío la poca cultura ornitológica que tenemos los españoles.
Los orígenes del raza son conocidos por la mayoría de criadores cercanos a Barcelona, su ciudad natal, y sobre todo por los miembros veteranos del Club de Raza Española, no obstante en España aun se puede leer en documentación de organismos oficiales que el raza proviene de la selección del timbrado, raza de posterior creación, como ya se ha explicado en el anterior capítulo y además estas informaciones están documentadas en FOCDE y en la COM, este desinterés o desinformación es preocupante por parte de quien debiera proteger a la más extendida y valiosa de sus razas.
En España no hemos seguido la metodología de otros países y no tenemos ni idea de que cantidad de los distintos cruces, fueron aprovechables y cuales no, y mucha gente sabe cuando aparejamos, si el macho es mejor intenso o nevado, o si debe ser corto de talla o con buena forma, ni sabemos como recortar las patas o adherir el plumaje, muchas cosas desconocemos porque siempre hemos criado un poco por intuición y claro esa intuición con 20 años de criar una raza y teniendo apuntes, puede funcionar, pero sino la cosa es difícil y casi imposible, de obtener buenos resultados es por esto que tenemos temores y lagunas, tanto en su cría como en su enjuiciamiento.
Hemos sido varios los criadores que hemos contemplado individuales y equipos ganadores en nacionales y en mundiales, con los cuatro ejemplares descansando con la cola bajo el palo y en posición vertical, o ejemplares muy pequeños pero sin cuello y la cabeza plana. También conocemos varios criadores que aparecen en grandes eventos con mucha fuerza y desafortunadamente en pocos años pierden, esa calidad.
La mayoría de ejemplares que aparecen en las exposiciones son de muy buena calidad, tanto en forma como en talla por eso deberíamos de ser escrupulosos con la selección y desechar todos los ejemplares que muestren evidencias no propias del Raza y su estándar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, Ferran, creo que hayan buenos razas hoy en dìa y que no necesite hibridar, sino seleccionar lo que hay. a pesar de esto puedo entender que de vez en cuando se pueda hacer parejas con silvestre o spinus. Lo que no me parece correcto es que concursen pajaros que todavìa tienen mucho de verdecillo o cardenalito o lo que sea. Saludos

Vittorio Paramatti

Anónimo dijo...

Al criador comercial se le van enseguida de talla, patas, etc.
El criador de verdad cuida los cruzamientos básicos y mantiene una consanguinidad media controlada que le permite mantener su línea durante muchos años.
Antonio Navarro.

Ferran Gironès Limeres dijo...

El mayor problema es como mantener una línea pura sin problemas de consanguinidad, si cruzas con otras líneas desconocidas no sabes que puede salir, el verdecillo es una opción, los spinus otra, pero lo mejor creo que es el canario silvestre, o sus híbridos.
Ferran

Unknown dijo...

Apoyo lo ya comentado por los anteriores compañeros, pienso que una renovación genética (es necesaria si abusamos de la consanguinadad) ha de pasar por el canario silvestre y por nuestro tan cercano verdecíllo, en cuanto veamos que nuestro criadero está demasiado emparentado unos con otros(no hay que llegar a esto último) a ser posible los cambios continuos de ejemplares con otros criaderos fiables mas uno controlada hibridación podemos reforzar esta raza periódicamente. Saludos